viernes, 11 de marzo de 2016

77 grados Kelvin - José Luis Peñalver

"Llegará al cine"




Estamos ante una novela muy recomendable. Es dinámica, los personajes se dejan sentir y el contraste de géneros resulta asombroso: podrá gustar tanto a los apegados a la ciencia-ficción como a los que buscan una trama con intriga y agradecen los toques de amor. Por si fuera poco el guión es muy original, desarrollado en un mundo futuro urdido con imaginación, pero con fundamento, sin dejar hueco a la fantasía. 
No se puede decir, sin embargo, que sea original el tema de la criogenización, pero es una puerta de entrada válida. La angustia que sufre el protagonista desde la primera página, al despertar en ese tiempo y lugar extraños, alejado de su gente, se contagia con facilidad al lector, que enseguida ansía saber más.
Superado el shock, el protagonista va descubriendo esa nueva sociedad y se le van revelando avances cada vez más sorprendentes. Quedará alucinado cuando le anuncian que poseen la capacidad de acoplar las funciones del cerebro con la informática o las comunicaciones por la red, mediante un revolucionario injerto cerebral, una especie de chip. 
No me siento capaz de explicarlo, pero la base científica sonaba plausible: al fin y al cabo las percepciones cerebrales -lo que se oye o escucha-, son impulsos eléctricos, de modo que debería ser posible decodificarlo. Como consecuencia, esas gentes pueden ver superpuesta en la visión real una ventana de un navegador o cualquier aplicación informática, o escuchar una voz o sonido, comunicarse en todo momento.
Pero hay algo más. El chip  que llevan los habitantes "normales" proporciona su localización geográfica en todo momento a un servidor central. El Estado controla a todos los individuos, que forman una gran red, pudiendo usar sus ojos como videocámaras y sus oídos como micrófonos y registrando la información en una colosal base de datos. Se asevera que es todo en pos de la seguridad absoluta, ya no hay apenas delitos porque todo queda grabado y se descubriría irremediablemente al autor. 
El protagonista se verá obligado a tomar decisiones y esto se refleja en el conflicto que vive y traslada al lector. ¿Aceptará implantarse esa cosa en la cabeza? Hay ventajas obvias, pero... ¿ese ambicioso sistema de control no significa la deshumanización de la especie, sin apenas privacidad e intimidad? 
En medio de esa controversia moral, descubrirá que la mayoría alaba estos avances, pero también hay quien se niega a implantarse el ingenio biónico, y las consecuencias para estos últimos es la reclusión en "reservas", territorios apartados fuera del control telemático oficial. Aparecerá una nueva protagonista, habitante de una de ellas y con inquietudes y mentalidad díscolas, que dará mucho juego en la historia. 
Esto es solo el principio de una novela vibrante, muy superior a la primera novela de este autor, que adolecía de un ritmo lento y escenas un tanto largas. Se plantea un interesante paralelismo con nuestro mundo, en que los móviles dominan nuestras vidas y el señor Google vigila nuestros movimientos. Poco negativo se puede decir, quizá ganaría si transcurriera en otra ubicación geográfica: es chocante el ambiente futurista desarrollado en pueblos y ciudades españolas, con personajes de nombres y apellidos como los nuestros.

O tal vez estamos mal acostumbrados. Si el autor fuera anglosajón, llegaría al cine.


Calificación:

miércoles, 2 de marzo de 2016

Cenizas - Ilsa J.Bick

"Un libro de zombis sin zombis"




Una joven sale de acampada en solitario a unas montañas remotas. Allí encuentra la compañía de un abuelo y su nieta, una niña rebelde. Apenas llevan unas horas juntos cuando son testigos y víctimas de un fenómeno extraordinario, una explosión de radiación electromagnética que acabará con la vida del anciano. Además, observan que todos los dispositivos electrónicos que llevan han quedado inutilizados.
En su camino para buscar ayuda descubrirán que no solo hay víctimas mortales, hay otras personas que han cambiado: son como bestias que devoran todo lo que se mueve.

No suena muy original, son zombis al fin y al cabo, aunque con sutiles diferencias: el mal no se propaga por contagio, es un daño causado por esa extraña explosión, y solo afecta a un rango de edades. Hay pasajes demasiado familiares, como el padre que tiene encerrada a su hija, con la esperanza de encontrar una cura en algún momento.

La primera mitad de la obra, sin mostrar nada nuevo, mantiene la tensión narrativa, el lector necesita saber cómo evoluciona la aventura: qué se encontrarán, quién es ese joven que les salva la vida, el suspense por posibles nuevos ataques, qué ha quedado de la civilización.

Sin embargo, con la separación forzada de los protagonistas, el guion pierde fuerza y credibilidad. 
Ella llegará en solitario a un poblado donde de nuevo veremos reminiscencias de la conocida serie: barricadas, control de acceso y vigilancia, reglas bien establecidas, con un gobernador y lugartenientes. Cada uno tiene un papel claro: vigilancia y defensa, búsqueda de víveres, colaborar en el hospital... 
En general es poco creíble que a solo dos meses del desastre se haya establecido y aceptado un modelo así, tan extremo como que a las jóvenes que encuentran las privan de libertad y les asignan marido a la fuerza. Se respira el acostumbrado aire medieval de los mundos apocalípticos del género. No hay ni rastro del ejército, que algo habría hecho por mantener el control.

Que el argumento sea más o menos convincente es algo subjetivo. Pero es más grave la lentitud que adquiere la obra en el nuevo escenario. Recluida allí, la joven vive en la seguridad de la comunidad, trabajando y conociendo a sus gentes. Aparecen de sopetón demasiados personajes y las relaciones humanas aburren, es todo muy demorado.Ya no hay tensión por los posibles ataques de Cambiados. Solo interesa lo que va descubriendo, los secretos y normas del poblado, o la idea de huir que se va gestando en su mente.
En el acto final, cuando se empieza a animar, termina.


Calificación:

Entrada destacada

Top 10 2016 provisional

A continuación enumero los títulos con los que más he disfrutado durante este año, aunque no he tenido tiempo de escribir reseñas de tod...